Investigadores británicos han relacionado un químico presente en muchos productos de uso diario con el desarrollo de enfermedades en los seres humanos. Se trata del bisfenol A (BPA), que se utiliza para fabricar plástico policarbonado, un material resistente a los golpes usando en la fabricación de biberones y botellas plásticas, lentillas, cascos, utensilios plásticos, juguetes, discos compactos y dispositivos médicos. También se emplea para recubrir la mayoría de las latas de alimentos y bebidas y en las amalgamas dentales.
El informe publicado el martes en Journal of the American Medical Association reveló que los estadounidenses con mayores niveles de BPA en el organismo eran más propensos a tener enfermedad cardiovascular, diabetes tipo 2 y anormalidades en las enzimas hepáticas – el bisfenol A se encuentra en la orina de más del 90% de la población de Estados Unidos-.
Aunque la Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA)y el principal organismo de seguridad alimentaria de la Unión Europea han manifestado que la evidencia actual indica que el bisfenol A es seguro según las normas de uso vigentes, desde hace tiempo existe controversia sobre si el químico es perjudicial para la salud humana ya que las personas pueden consumir rastros del BPA cuando éste se filtra del plástico al líquido o la comida contenido en los envases.
Las autoridades de salud canadienses planean prohibir algunos productos con BPA. El Programa Nacional de Toxicología Estadounidense tiene «cierta preocupación» de que pueda ser perjudicial para el desarrollo de la próstata y el cerebro y los funcionarios de la FDA revisarán los nuevos hallazgos, que no fueron tomados en cuenta cuando la agencia lanzó una conclusión preliminar en agosto, que indicaba que los niveles de exposición actual al BPA son seguros. «Confiamos en los datos que observamos y la información con que contamos para decir que el margen de seguridad es adecuado», manifestó la funcionaria de la FDA Laura Tarantino. «Hay cosas que se pueden hacer si se elige reducir el nivel de bisfenol A, pero no recomendamos que nadie cambie sus hábitos o el uso de ninguno de estos productos porque por ahora no tenemos evidencia delante nuestro que sugiera que las personas necesitan hacerlo».
Algunos minoristas y fabricantes están dejando de utilizar productos con BPA.Steven Hentges, del Consejo Estadounidense de Química, un grupo de la industria, señaló que el diseño del estudio no permitía concluir que el BPA causa enfermedad cardíaca y diabetes. «Al menos a partir de este estudio, no podemos sacar ninguna conclusión respecto de que el bisfenol provoque efectos (dañinos) sobre la salud», dijo. “El bisfenol A ha sido intensamente estudiado en una gran cantidad de ensayos de laboratorio con animales. Y el peso de la evidencia de estos estudios (…) sigue respaldando el uso seguro de los productos que contienen bisfenol A», añadió.
Los investigadores británicos, que reconocen que sus hallazgos no son prueba de que el químico cause daños, analizaron las muestras de orina de adultos de 18 a 74 años que participaron en un sondeo de salud del Gobierno de Estados Unidos. El 25% de las personas con los niveles más elevados de bisfenol A en sus cuerpos era más de dos veces más propenso a tener enfermedad cardíaca, incluidos ataques al corazón y diabetes tipo 2, que el 25% con las cantidades más bajas del químico en el organismo.
Durante la reunión del panel asesor de la FDA, muchos científicos y activistas dijeron que la agencia federal ignoraba los resultados de las pruebas en animales que alertaban sobre la seguridad del producto. El legislador demócrata por Michigan John Dingell, que preside el Comité de Energía y Comercio, dijo que la FDA «se focalizaba de manera miope en la investigación financiada por la industria.